Senderismo: un diálogo respetuoso con la naturaleza
Puede que tengas unos días libres y hayas decidido dedicarlos a practicar un poco de senderismo por la provincia de Guadalajara. Un plan, sin duda, apetecible: perderte por sus pueblos, sus valles y sus sierras y disfrutar a tope de la naturaleza.
El senderismo es un intercambio desigual: los beneficios que obtendrás de esta experiencia, posiblemente serán infinitos. Y la naturaleza, ¿qué gana con tu visita? Poca cosa, pero, magnánima como es ella, te lo dará todo, pidiéndote solo a cambio que respetes unas normas mínimas.
Casi ni vas a tener que memorizarlas.
No te salgas del camino
-No te desvíes de las sendas autorizadas (lo salvaje debe quedarse salvaje)
-Si quieres visitar a algún vecino, hazlo con educación: no pises sus sembrados, ahuyentes al ganado, robes fruta… esas cosas.
-En espacios protegidos, sigue las indicaciones que te marquen las señales.
Respeta el ecosistema
-En caso de que tu mascota te acompañe, contrólala, (si es necesario con correa) para que no moleste a otras especies.
–Sortea las zonas con ecosistemas sensibles, (por ejemplo, si estamos en época de cría de aves)
–Evita los ruidos, (los animales están en su casa)
-No te lleves souvenires, (flores, plantas, etc.) si no conoces el impacto medioambiental que eso pueda tener.
Evita comportamientos contaminantes o peligrosos
-Pon en práctica nociones básicas de ecología: deposita tu basura en los sitios habilitados o, si no, llévalos de vuelta en tu mochila.
–No enciendas hogueras, (salvo en lugares autorizados y siguiendo las indicaciones) ni tires colillas, (dios santo, ¿ni en el campo lo puedes dejar?)
–Respeta las fuentes y los ríos: no viertas jabón ni químicos en ellos.
–Avisa a las autoridades si observas cualquier agresión medioambiental.
Y, bueno, no te lo hemos dicho, pero, cuídate tú también y, sobre todo, sé receptivo a todo eso que te va a dar la naturaleza sin pedir nada a cambio, que es mucho y, a diferencia de nosotros, perdura.
