Los Pueblos más bonitos de Guadalajara

Majaelrayo

Este enclave forma parte de la Ruta de los Pueblos Negros, en la Sierra de Ayllón. Es un excelente escenario para disfrutar de turismo rural y activo. Conocida como la aldea de pizarra, uno de sus grandes atractivos es el Pico Ocejón, una montaña que invita a hacer rutas senderistas y trekking.

Valverde de los Arroyos

Otro imprescindible de la Ruta delos Pueblos Negros. Este es el máximo exponente de la arquitectura negra en Guadalajara. Con vistas excepcionales a la Sierra de Ayllón, en Valverde de los Arroyos no puedes dejar de visitar la ruta de las chorreras de Despeñalagua, una caída de agua de 120 metros de altura que presenta en primavera un espectáculo contundente.

Hiendelaencina

Este pueblo es la puerta de entrada al Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara. Es una localidad que fusiona un atractivo paisajístico de ensueño con una potente historia minera e industrial. En el apartado arquitectónico, destacan la Plaza Mayor, su iglesia y los palacetes en su entorno urbano.

Sigüenza

Sigüenza tiene el título de ciudad, luego formalmente no es un pueblo. Esta localidad es una de las más visitadas en la provincia, y su legado patrimonial y monumental así lo acredita. Seleccionada en varias ocasiones para ser candidata a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en sus calles nos encontramos con palacetes, una bellísima Plaza Mayor, catedral con terrones y hasta el sepulcro del Doncel Vázquez de Arce, que es un monumento funerario tremendamente singular.

Cogolludo

En Cogolludo encontrarás el Palacio de los Duques de Medinaceli y la bonita Plaza Mayor que parece sacada de la Toscana. Este palacio representa, para muchos expertos, la entrada del estilo renacentista en España. El pueblo ofrece un apasionante legado histórico, con anécdotas como la presencia de los reyes Felipe el Hermoso y Juana de Castilla en la localidad. A su vez, Cogolludo es el inicio de la Ruta de los Pueblos Negros.

El Olivar

De esta localidad hay que señalar su gran empeño en no caer en el abandono. En las últimas décadas se han iniciado proyectos de restauración de edificios importantes, lo que ha conseguido que mantenga su visión de pueblo medieval perfectamente conservado. Hoy en día El Olivar es un pueblo vivo, de tremenda belleza, y todo un emplazamiento en las alturas, pues se eleva a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Brihuega

La Alcarria es una de las comarcas históricas de Guadalajara, y Brihuega es uno de sus pueblos más conocidos. Es el lugar donde se cultivan hectáreas y hectáreas de lavanda, lo que da a los campos un toque extremadamente provenzal y atractivo cuando llega el mes de julio. No obstante, más allá de las flores, de Brihuega no puedes irte sin descubrir su conjunto histórico repleto de iglesias, arcos, pórticos y galerías árabes excavadas en el subsuelo.

Molina de Aragón

Molina de Aragón presenta una de las fortalezas defensivas más impactantes de toda la Península Ibérica. Este pueblo es también de los más fríos en todo el territorio nacional. Un enclave donde disfrutar del silencio y la relajación, pero también un perfecto escenario para contemplar casas solariegas, una judería, un barrio musulmán y comprender que la Edad Media en España fue un momento de tremenda fusión de culturas.

Trillo

Otro municipio situado en La Alcarria. Trillo es un pueblo que mantiene un idilio eterno con el agua. El río Cifuentes atraviesa la localidad e incluso en el casco histórico se puede contemplar una cascada. Esta vinculación al medio acuático explica la presencia de numerosos molinos. Alguno incluso se conserva hoy día levantado desde la Edad Media. Esta relación con la hidrología se completa con el Real Balneario de Carlos III, que sigue en pleno funcionamiento.

Pastrana

También en La Alcarria se localiza Pastrana, la villa ducal donde residió la princesa de Éboli. El municipio está declarado como conjunto histórico artístico y algunas de los edificios que validan este reconocimiento son el Palacio Ducal, la Casa de Moratín, varios conventos fundados por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz y la Ermita de los Remedios. En el Palacio Ducal se conservan unos tapices flamencos de Torunai del siglo XV que por sí solos ya exigen una visita a este pueblo.

Cifuentes

A unos 20 kilómetros de Brihuega se encuentra Cifuentes. La princesa de Éboli, que residió en Pastrana, nació en Cifuentes. El pueblo recibe el nombre del río con la misma denominación. Aquí ejerció como Señor el Infante Don Juan Manuel, el autor de El Conde Lucanor. Fue él quien ordenó construir el castillo que hoy está en ruinas, pero que fue un importante espacio defensivo en la Edad Media. En esta localidad destacan sobremanera la Iglesia de San Salvador, la Plaza Mayor triangular del siglo XVI y el antiguo concento de Santo Domingo.

Estos son solo algunos de los pueblos más bonitos de Guadalajara, pero si recorres todo su territorio, seguro que descubres nuevas localidades que bien merecen pertenecer a esta lista.